I. Ámese sobre todas las cosas. Usted ha realizado estudios superiores y por lo tanto vale más que cualquiera de sus alumnos.
II. Evite a toda costa ser agradecido o afectuoso con sus alumnos. No sea que le pierdan el respeto por fomentar los buenos modales en clase.
III. Recalque lo más que pueda los errores de sus alumnos. Eso le producirá un enorme sentimiento de satisfacción.
IV. Limítese a permitir solo las actividades memorísticas y estrictamente académicas. Recuerde que la educación debe ser lo más antihumana posible.
V. Olvídese de las nuevas técnicas y enfoques. No gaste energías renovando sus materiales y apuntes. Después de todo, sus altos conocimientos, al final, siempre dejarán mudos a sus alumnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario